Las ruinas que deja la corrupción y la incapacidad de ciertas autoridades en la región de Arequipa es lamentable. En nuestro país, las obras públicas son importantes para que los ciudadanos puedan satisfacer ciertas necesidades.
Pero, es ahí donde se falla. Sumemos algunos antecedentes claves para entender este problema. Desde el 2021 Arequipa ocupa el segundo lugar en pérdidas económicas, con montos que ascienden a más de 21 millones de soles. Y no solo eso, solo dos años atrás, en el 2019, Arequipa había obtenido el segundo lugar por inconducta funcional, o que es lo mismo que decir, funcionarios con indicios de responsabilidad frente a actos de corrupción.
Tomando como referencia estos valores, se pudo calcular que para los años posteriores el perjuicio económico a nivel subnacional para los ciudadanos de Arequipa sería mayor a los 669 millones de soles. Esta información, nos permite entender porque a fines del 2022, 119 de las obras en Arequipa se encontraban totalmente paralizadas. Obras que eran vitalmente necesarias para los sectores de salud, educación, y transporte.
Hoy, en pleno 2023, Arequipa tiene más de 800 millones de soles sin ejecutar para la creación de obras públicas.
Tomemos como ejemplo al hospital de Cotahuasi, que luego de tres años de haber sido inaugurado requiere de por lo menos, 73 mil millones de soles para su desarrollo y mejoramiento. Es más, si revisamos los datos estimados sobre el valor real que tienen las brechas sobre infraestructura en Arequipa, esta asciende a por los menos a más de tres mil millones de soles.
No cabe duda, que la ruina que deja la corrupción y la incapacidad de ciertas autoridades en la región de Arequipa es nefasta para los ciudadanos.
En ILAD defendemos la democracia, la economía de mercado y los valores de la libertad. 
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