Fuera de sí uno es creyente o no en la fe cristiana, la biblia es un documento que contiene una serie de enseñanzas y mensajes que pueden ser muy importantes en la actualidad.
Por ejemplo, considero que el pasaje descrito en Juan 12 presenta uno de los mensajes más importantes que debemos extraer de la Biblia.
En este pasaje se relata como María Magdalena decide utilizar un aceite muy lujoso para frotarlo sobre los pies y el pelo de Jesús, lo que genera una reacción violenta por parte de Judas, el contador de los doce apóstoles, quien le increpa por desperdiciar un artículo de lujo que podría haber sido vendido para alimentar a los pobres.
Lo curioso es que esta es una las introducciones de Judas en el evangelio de Juan, lo que serviría como una especie de foreshadowing para demostrarnos la naturaleza malvada de este personaje, que culminaría en la traición a Jesús.
Incluso el narrador señala que la verdadera intención de Judas no era ayudar a los pobres, sino su propio lucro, porque en el fondo él siempre fue un ladrón.
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De esta manera, en este pasaje Judas representa varios antivalores en simultáneo, incluyendo la envidia de la propiedad ajena, el resentimiento social contra los más privilegiados y como la redistribución forzada de la riqueza sería un acto violento.
La biblia nos enseña cómo debemos desconfiar de las verdaderas intenciones de aquellos que quieren obligar a las personas a redistribuir su riqueza, viéndolos como simples ladrones cuyas verdaderas intenciones son enriquecer sus propios bolsillos.
A lo largo de toda la Biblia, Jesús nos demuestra como la caridad voluntaria para ayudar a los más necesitados es un acto virtuoso que nos acerca al bien. Sin embargo, esto tampoco nos debe llevar al extremo propuesto por Judas, de querer obligar a las personas que tienen más de despojarse de todos sus artículos de lujo o de gran valor para subvencionar a los más necesitados.
Bajo la postura de Judas se entendería que el simple hecho de ser rico sería inmoral, porque esta riqueza podría ser utilizada para sacar de la pobreza a los más necesitados.
Sin embargo, cuando Judas quiere forzar de manera violenta a María Magdalena a vender sus artículos de lujo para alimentar a los pobres, esto es rechazado de manera tajante por Jesús.
Jesús le contesta una de las frases más importantes de la biblia a Judas: “Déjala, pues lo estaba guardando para el día de mi entierro. A los pobres siempre los tendrán entre ustedes, pero a mí no siempre me tendrán”.
La primera parte de esta respuesta hace referencia a que se debe respetar la propiedad privada de los particulares, y la potestad de disposición que esta les otorga. En este caso, María Magdalena es quien puede decidir qué hacer con sus propias pertenencias. Específicamente estaba guardando el aceite perfumado para reverenciar al mesías que había revivido a su hermano Lázaro de los muertos.
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Después, la segunda parte de esta respuesta explica como la redistribución forzada no es una verdadera solución para terminar con la pobreza, dado que en cualquier sociedad siempre habrá gente que por mala fortuna o el azar siempre terminen en una situación de miseria.
En la parábola de los talentos se señala como el trabajo y el esfuerzo es vital para el progreso de la sociedad. Mejor dicho, la creación de la riqueza a través del constante trabajo es recompensada en los textos bíblicos, mientras que el hijo que enterró sus talentos es visto como una persona inmoral.
Esto significa que la biblia entiende que para reducir el número de pobres la solución no sería eliminar a los ricos a través de la redistribución forzada de sus riquezas, dado que esto es descrito como un acto de ladrones.
La verdadera solución consiste en fomentar el esfuerzo y el trabajo para que las personas puedan escapar de su pobreza. El trabajo genera capital que después puede ser destinado para fines altruistas o espirituales, de acuerdo con la voluntad de su propietario.
Durante toda la historia hemos podido ver como las ideas de Judas han traído paradójicamente más pobreza a las personas. Esta premisa forma como uno de los pilares básicos de materialismo histórico de la teoría marxista, que llevo a la muerte y miseria de millones de personas en el siglo XX.
Lamentablemente, hasta el día de hoy este tipo de discursos siguen proliferando en el mundo, siempre adornados con un alto nivel de falsa moralidad.
Pareciera que en la actualidad muchos han olvidado las enseñanzas básicas de Jesús respecto a los peligros de la redistribución forzada de la riqueza, que al final no es nada más que la primera traición de Judas.
No podemos olvidar, que mientras Jesús ya no está entre nosotros, los ladrones abundan.
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Abogado