La Escuela de Salamanca floreció en la ciudad del mismo nombre durante el siglo XVI. Entre sus principales representantes se encuentran Francisco de Vitoria, Domingo de Soto, Juan de Mariana y Martín de Azpilcueta.
En este vídeo, te cuento algunos de sus principales aportes y cómo estos se relacionan con el pensamiento liberal.
Para empezar, es necesario conocer el contexto en el que se desarrolló esta escuela.
La educación en la Universidad de Salamanca estaba fuertemente influenciada por la escolástica, una corriente de pensamiento medieval que buscaba conciliar la fe y la razón.
Paralelamente, el Imperio Español enfrentaba una serie de preguntas para las cuales no existían respuestas concluyentes: ¿cómo tratar a los habitantes del Nuevo Mundo?, ¿qué hacer frente al incremento de los precios?, ¿existe una justificación válida para la guerra?
Estas cuestiones no solo requerían respuestas intelectuales, sino también morales.
Es así como los autores de la Escuela de Salamanca desarrollaron reflexiones y ofrecieron respuestas partiendo de disciplinas como la teología, la filosofía y el derecho.
Veamos cuál era su concepto de libertad.
De manera sintética, podemos afirmar que los autores de la Escuela de Salamanca consideraban que Dios nos creó como seres libres y, por lo tanto, el poder civil no debía recortar arbitrariamente nuestra libertad.
Además, en el marco de la concepción cristiana del vínculo entre libertad y responsabilidad, creían que debemos contribuir positivamente a la sociedad y que responderemos por nuestras acciones ante Dios.
Partiendo de este concepto, realizaron valiosos aportes que actualmente enmarcaríamos dentro de la Teoría Política, la Economía y las Relaciones Internacionales.
Reconocieron que la propiedad privada es importante para promover la prosperidad.
Establecieron que estamos inclinados por naturaleza a conformar sociedades e instituir gobiernos. Pero estos últimos no deben confiscar la propiedad de los gobernados a través de impuestos excesivos.
Estudiaron el origen de la inflación y expresaron su preocupación por la estabilidad monetaria.
Destacaron los beneficios del libre comercio y reflexionaron sobre la paz. Francisco de Vitoria es conocido por sus argumentos en contra de la invasión de territorios extranjeros y a favor de los derechos que todos tenemos en virtud de nuestra humanidad.
Podemos concluir que el pensamiento de los autores de la Escuela de Salamanca es congruente con varias ideas que defendemos los liberales actualmente.
Es cierto que nuestros métodos han cambiado y nuestra forma de razonar se ha secularizado. Pero seguimos defendiendo la propiedad privada, el gobierno limitado, los derechos humanos y el comercio como un medio para avanzar hacia un mundo más pacífico.
Si deseas profundizar en los aportes de la Escuela de Salamanca, te recomiendo: Raíces cristianas de la economía de libre mercado de Alejandro Chafuén y The School of Salamanca de Marjorie Grice-Hutchinson.
¿Y tú? ¿conocías esta escuela y sus aportes?
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