Extraído de Arena Política.Así como hicieron en abril de este año, la Mesa Directiva del Congreso volvió a aprobar un bono extraordinario en favor de su personal de confianza, a pesar de ya han habido diversas denuncias de malversación de estos bonos.
Por ejemplo, una trabajadora gestante de 8 meses reveló que el parlamentario Edgar Tello le ordenó que compre un videoproyector de 4,600 soles con el bono aprobado en abril.
Este bono aprobado también por la Mesa Directiva consistió en el pago de casi 10 mil soles para los trabajadores del Legislativo, lo que significó un gasto para el erario de más de 35 millones de soles en favor de 3,600 personas.
En ese momento, esta bonificación, supuestamente extraordinaria, se sustentó en el alza del costo de vida, la ampliación de la legislatura y el Día del Trabajador. Pero ahora vuelven a hacer lo mismo, demostrando que estos bonos cada vez son menos extraordinarios, ya que solo 3 meses después vuelven a aprobar otro más.
Si bien la Mesa Directiva ha indicado que este bono existe desde el 2012 y que por un supuesto principio de equidad habría que beneficiar también a los actuales empleados del Congreso; la fórmula del subsidio sí ha sido cambiada.
Ahora, se está incluyendo al personal de confianza de los parlamentarios, y por cada mes de servicios trabajados en la primera mitad de este año, se les pagará dos mil cuatrocientos soles; y como mínimo 7.200 soles. Es decir, por ejemplo, si un empleado trabajó cuatro meses, recibiría 2.400 soles por cuatro, es decir, 9.700 soles; si trabajó cinco meses, serían 12 mil soles; y si trabajó tres meses o menos, de todas maneras, recibiría el primer monto en mención.
La plana laboral actualizada, registra un total de mil cuatrocientos cuarenta y dos trabajadores comprendidos en el rubro de Organización Parlamentaria.
Por supuesto, especialistas han salido a criticar esta medida porque contribuye al desorden remunerativo en el sector público, como ha mencionado Iván Lanegra, el secretario general de la Asociación Civil Transparencia.
Recordemos que, por cada despacho congresal hay siete trabajadores que son considerados personal de confianza. Es decir, en los 130 despachos sumarían supone los 10 millones 500 mil soles aproximadamente como mínimo.
La situación resulta bastante preocupante, ya que sabemos que al menos nueve parlamentarios han sido acusados de mochar los sueldos de sus trabajadores.
El Congreso que tenemos ya alcanzó máximos históricos en sus niveles de gasto este 2023, y este aumento, como hemos señalado antes desde ILAD, se concentra en que cada vez se gasta más en el personal administrativo; a pesar de que los congresistas, legalmente, siguen ganando lo mismo que hace varios años.
Pero este tipo de bonos, sumados a las denuncias de ‘mochasueldos’, hacen dudar seriamente de la honestidad de nuestra actual Mesa Directiva, presidida por José Williams, y queda evidenciada su total falta de tino respecto a la opinión ciudadana.
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