En la actualidad, el debate sobre el aborto se ha vuelto muy popular y hay sectores, progresistas, que buscan su legalización. Sin embargo, muchos de sus argumentos no tienen un análisis académico y se basan en frases escuchadas de otras personas, por lo que sus razones, no tienen, en realidad, un trasfondo objetivo real. Por lo que ahora, vamos a desmentir algunas de las mentiras más comunes del aborto.
Uno de los argumentos que se usan es que «el feto no es un ser humano». Sin embargo, la embriología, nos dice otra cosa. Ya que el desarrollo humano inicia en el momento en que un ovocito es fecundado por un espermatozoide, formando un cigoto unicelular, en otras palabras, un nuevo individuo, el cual es genéticamente independiente. Por lo tanto, a pesar de lo que nos puedan decir los progres, el feto sí es un ser humano.
“La mujer tiene derecho a decidir sobre su cuerpo, por ende, puede abortar». ¿Cuántas veces lo hemos escuchado esta frase? Sí es cierto que la mujer tiene derecho sobre su cuerpo, nadie dice que no, toda mujer tiene el derecho de tatuarse lo que quiera, vestirse con la ropa que le guste o comer lo que se le antoje, pero el ser humano en gestación no es parte de su cuerpo, y no puede hacer lo que quiera con él. Además, el concebido tiene su propio ADN, su ritmo cardiaco, así como también genera órganos propios independientes de la madre e incluso puede tener un tipo de sangre distinto al de su mamá.
Por lo que decir que es solo otra parte de su cuerpo, es completamente falso.
Otro argumento usado es que «el aborto clandestino es un problema de salud pública». Aun así, esto no justifica quitarle la vida a un ser humano. La realidad es que cada año mueren casi 60 mujeres en Perú por abortos clandestinos, según la Revista Peruana de Medicina Experimental. Lo cual es, sin duda alguna, una tragedia, que lamentablemente es utilizada como pretexto para buscar quitar una vida.
Si los progresistas se preocuparan de verdad por la salud de las mujeres, pedirían, con la misma alharaca un mejor sistema de salud para combatir enfermedades como el cáncer de mama, que se lleva la vida de casi 2000 mujeres cada año. Cada vida humana importa, sin importar su sexo, género, etnia o tiempo de vida. Por lo tanto, el aborto solo es un crimen que buscan legalizar.
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