El 02 de febrero de 2025, hemos visto una vez más como el diario «Perú 21», lejos de pretender informar, lo que hace es mal informar a la población, pretendiendo cuestionar la transparencia del proceso de compra de sistemas y software con inteligencia electrónica e inteligencia artificial así como equipos de alta tecnología que permitan ubicar y neutralizar cualquier ataque al Estado Peruano, de agresivas campañas de desinformación y guerra psicológica que pueda ser efectuada a través de redes sociales y medios de comunicación, por países del bloque comunista y sus aliados geopolíticos, para destruir a todos los sistemas democráticos de occidente; equipos que nos permitirán cautelar nuestra seguridad y defensa nacional, frente a las posibles amenazas internas y externas al Estado peruano.
Por eso nos preguntamos: ¿quiénes son los interesados en desprestigiar al sistema de inteligencia nacional cuestionando el proceso de compra de dichos sistemas y equipos, así como vulnerarlo a través de una evidente infiltración de agentes, que habiendo accedido a información sensible y clasificada relacionada con nuestra seguridad y defensa nacional, la publican y exponen para que aquellos con intereses contrarios a los del Perú, se enteren con qué clase de equipos tecnológicos contamos y las funciones que son capaces de brindar, para tener la información necesaria a fin de que la Presidente de la República, tome la decisiones de defensa nacional, que por su función le compete tomar?
Esta no es la primera vez que Perú 21, bajo la dirección de Cecilia Valenzuela, presenta una línea editorial cercana a intereses extranjeros. Acordémonos que hace poco, lideró una férrea campaña contra la compra de aviones militares, cuestionando también la transparencia en su proceso de compra, lo que no nos debería sorprender si entre sus columnistas se encuentra Christian Faundes, “periodista” ampliamente capacitado por Chile, en temas de inteligencia y de guerra asimétrica.
Al leer el titular: “Jugando a los espías” de Perú 21, tuve la misma impresión que muchos tuvimos cuando otro diario traidor a la patria: “La República”, publicó en un momento crucial de la lucha antiterrorista: “El túnel sí existe”, poniendo en conocimiento de los terroristas del MRTA, que había un grupo de patriotas que venían construyendo un túnel por el que intervendrían los valientes comandos de nuestras Fuerzas Armadas, para rescatar a los rehenes secuestrados por dicha organización terrorista.
Hace pocos días, “se cayó” el sistema de migraciones del Aeropuerto, durante doce horas aproximadamente y hasta ahora no se ha determinado cuáles fueron las causas de que dicho sistema no esté operativo. La coyuntura geopolítica nos hace pensar en varios escenarios vinculados con la falla del sistema de migraciones y por ello es necesario que los equipos tecnológicos nos brinden la información necesaria para estar un paso adelante y prevenir posibles escenarios en los que nuestra seguridad y defensa nacional pueda ser vulnerada. Por ello, al hacer público con qué equipos contamos, los diversos actores que buscan desestabilizar al Perú, como terroristas, actores extranjeros hostiles, grupos políticos desestabilizadores y agentes de Estados extranjeros, vinculados a la inteligencia de países cuyos intereses son contrarios a los del Perú, ya tomaron nota gracias al diario “Perú 21”. Esto plantea una pregunta crítica: ¿Cuál es la agenda detrás de la publicación de esta información clasificada? La difusión de estos datos no puede considerarse un ejercicio periodístico común, sino que responde a una estrategia que favorece a actores externos y debilita la defensa nacional del Perú.
La filtración de la información clasificada sobre la adquisición y el uso de sistemas OSINT, como Cyabra, por parte de la Dirección Nacional de Inteligencia (DINI) y otras instituciones relacionadas con la seguridad nacional, constituye un ataque directo a la integridad del Estado peruano, ya que no se trata solo de una divulgación de datos sensibles, es un evidente acto de traición a la patria que socava la capacidad del país para defenderse frente a amenazas internas y externas, por ello el Estado Peruano debe Investigar, identificar y sancionar con el máximo rigor a los responsables de esta filtración, reforzando los protocolos de acceso y monitoreo para evitar nuevas filtraciones y ejecutando operaciones de contrainteligencia para implementar estrategias avanzadas, que permitan detectar infiltrados dentro de las instituciones del Estado y debe comunicar que esta filtración representa un ataque directo a la seguridad del país, debiendo comprometerse a tomar todas las medidas necesarias para garantizar la seguridad y defensa nacional.
La protección de la seguridad nacional es una prioridad que no puede ser puesta en riesgo por intereses ocultos ni presiones externas. Esta filtración de información sensible por parte de traidores y agentes enemigos, requiere una reestructuración total del sistema de inteligencia y la creación de una agencia de contrainteligencia autónoma, considerando la gravedad de lo sucedido.
Urge que los verdaderos patriotas peruanos asuman hoy, una firme postura por la defensa nacional del Perú, que los Presidentes de la Comisiones de Inteligencia y de Seguridad y Defensa Nacional citen a la Directora de Perú 21, para que diga quiénes son las “fuentes” que le permitieron acceder a información clasificada, fuentes que evidenciarían que existe una intrincada red de agentes infiltrados en los entes del gobierno peruano, vinculados con la adquisición de material clasificado de defensa y seguridad nacional, agentes que estarían compartiendo información sensible al mejor postor, como Judas: a cambio de unas pocas monedas.
Los patriotas peruanos, esperamos respuestas inmediatas y mano dura contra este tipo de atropellos a la seguridad y defensa nacional del Perú, que caiga quien caiga y se apliquen sanciones ejemplarizadoras, para que ningún traidor a la patria vuelva a atreverse a poner en riesgo nuestra defensa nacional y los altos intereses del Perú.
(*) Agradecimiento a las opiniones recogidas a varios especialistas de inteligencia; entre ellos, el Mag. de Inteligencia Estratégica, Luis Saavedra.

Directora ejecutiva del Instituto de Libertad y Acción para el Desarrollo – ILAD