Política

No más empresas estatales deficitarias | Opinión

Luego del discurso de la presidenta Dina Boluarte, la mayoría de las críticas se centraron en que el mensaje fue muy largo. Pero casi todos los análisis pasaron por alto su contenido.

Aquí, quiero hablarles acerca de un anuncio muy preocupante que se hizo. El Poder Ejecutivo viene planeando un cronograma para desarrollar la industria petroquímica en el Perú.

Con esto, se busca tener fertilizantes a bajos costos para nuestros agricultores y generar una supuesta demanda en el sur del país que haga viable establecer conexiones de gas natural en dicha zona.

Sin embargo, ¿es esto del todo cierto y tan sencillo como suena?

No del todo. El Estado primero debe dar importantes pasos para que la industria sea competitiva -lo cual no es su rol-. Y también para que el Perú obtenga beneficios, y no sea un fracaso como lo es PetroPerú hoy.

Recordemos que en los últimos años se han inyectado más de 2 mil millones de dólares a Petroperú. El pretexto es evitar un desabastecimiento. Pero los contribuyentes seguimos regalando dinero a una entidad que no funciona y que solo en el primer semestre ya registra pérdidas por 380 millones de dólares.

El Estado ya tuvo una aventura en la petroquímica en los 80 y nos fue pésimo.

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Expertos señalan que, para ser competitivos, es necesario que el precio del gas natural sea atractivo a los inversionistas y que las plantas produzcan más de un millón de toneladas por año.

También han existido proyectos privados en los últimos años en el Perú para crear plantas petroquímicas. Estos nunca vieron la luz.

Dentro del cambio normativo, el Estado debería reducir la tasa de regalías que se aplica por la explotación de Camisea, lo cual implica cambiar un contrato ley, pero permitiría reducir el precio del gas natural.

Sin embargo, este gobierno debe ser muy cuidadoso con ello, ya que se estaría desfinanciando en parte a las regiones. Los Gobiernos Regionales no estarán dispuestos a aceptar, siendo Cusco el departamento que más recursos dejaría de percibir.

Por otro lado, se necesitarían realizar ajustes en el contrato de concesión con el Consorcio Camisea. Pluspetrol, el operador, tampoco aceptaría cambiar las condiciones, pues tiene una potencial cartera de clientes que pagan más por el gas que lo que pagaría la petroquímica.

El Estado no puede ni debe permitirse una nueva aventura empresarial con el dinero de todos los peruanos.

Este gobierno no debe generar otro PetroPerú, empresa estatal que todos los años pierde nuestra plata y sigue funcionando por meros caprichos políticos. Los peruanos no queremos más empresas estatales deficitarias.

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