Cultura

¿Es el egoísmo una virtud?

La palabra egoísmo está cargada de un significado negativo. En nuestra cultura se elogia a quienes se sacrifican por un ser querido, una colectividad o una causa altruista. Quienes priorizan sus propios intereses, en cambio, suelen ser criticados duramente. Ayn Rand, una escritora que huyó de la Unión Soviética hacia Estados Unidos hace casi 100 … Continue reading ¿Es el egoísmo una virtud?

La palabra egoísmo está cargada de un significado negativo. En nuestra cultura se elogia a quienes se sacrifican por un ser querido, una colectividad o una causa altruista. Quienes priorizan sus propios intereses, en cambio, suelen ser criticados duramente.

Ayn Rand, una escritora que huyó de la Unión Soviética hacia Estados Unidos hace casi 100 años, desafió esta visión en La virtud del egoísmo.  Este libro es una compilación de textos que abordan temas éticos, psicológicos y políticos.

Incluye una conferencia pronunciada por la autora en la Universidad de Wisconsin en 1961 y dieciocho ensayos publicados en la revista El Noticiero Objetivista, editada por ella y el psicólogo canadiense Nathaniel Branden, entre 1961 y 1964. En esta obra, Rand busca redimir a las personas egoístas partiendo de una nueva y atrevida definición del egoísmo.

Para Rand, la persona egoísta no es aquella que está dispuesta a atropellar a los demás para conseguir sus propios objetivos.  Ni tampoco es aquella que persigue caprichos y arbitrariedades. Por el contrario, la persona egoísta es aquella que se respeta a sí misma, se sostiene a través de su esfuerzo personal y no se sacrifica por otros ni sacrifica a otros para su propio beneficio.

Este rechazo al sacrificio propio y ajeno es tan fuerte en Rand que en una de sus principales novelas, La rebelión de Atlas, escribió: “Juro, por mi vida y mi amor a ella, que jamás viviré para el provecho de otra persona, ni le pediré a otra persona que viva para el mío”.

Para Rand, además, el egoísmo va de la mano con la racionalidad y la responsabilidad. Liberando a esta palabra de las connotaciones inmorales que suele tener en el lenguaje común. Es así como el egoísmo, en un sentido randiano, constituye una virtud.

Nos anima a fijarnos objetivos claros, sentirnos orgullosos de nuestro esfuerzo y confiar en nuestra capacidad racional.  Además, nos ayuda a concebir al ser humano como un fin en sí mismo y no como un medio para los fines de otros. Sin embargo, también existen algunos problemas.

En términos conceptuales, la definición randiana del egoísmo es tan amplia que termina perdiendo precisión. Podría interpretarse, en el ámbito personal, como autoestima y, en el ámbito político, como el individualismo que sirve de sustento para las posturas liberales y libertarias.

En términos prácticos, podría generar aversión en algunas personas, pues entra en conflicto con la ética promovida por la mayoría de las religiones y filosofías espirituales a nivel internacional.   Aun así, e incluso sin suscribir plenamente la obra de Rand, considero que vale la pena revalorar nuestra individualidad. Ya lo hicimos de diferentes maneras a lo largo de la historia, por ejemplo, durante el Renacimiento y la Ilustración.

Y hoy, pensar en nosotros mismos en términos individuales podría servirnos para reducir el apoyo a las dictaduras, las guerras y otras situaciones en las cuales la libertad y la vida de las personas son sacrificadas para fines de otros.

📢 En ILAD defendemos la democracia, la economía de mercado y los valores de la libertad. 👉 Síguenos en nuestras redes sociales: bit.ly/3IsMwd8

Deja un comentario

Your email address will not be published.

You may also like