Imagina que no te permiten decir lo que piensas. No. imagina que no te permitan pensar lo que quieras. Que existe un ente controlador que lo ve todo, que lo sabe todo, y que oprime las libertades de todos.
Eso es una distopía.
Ahora llegó justamente el momento de hablar de una obra de ficción distópica.
Las novelas distópicas son aquellas cuya trama se desenvuelve en un entorno hostil. La censura, la represión y el uso de la tecnología para vigilar a la población son temas recurrentes en este tipo de obras.
Algunos ejemplos famosos son 1984 de George Orwell, Un mundo feliz de Aldous Huxley y Fahrenheit 451 de Ray Bradbury. Estas novelas no solo son valiosas por las historias que narran, sino también por su potencial para llamar a la reflexión sobre las consecuencias del poder ilimitado.
La obra que veremos hoy es Himno, de Ayn Rand, segunda novela de la autora. Fue publicada en 1938. El título nos da una pista acerca de su propósito, pues los himnos evocan celebración, alabanza y orgullo.
Efectivamente, Himno es un elogio. Y para saber qué es aquello que elogia la autora, debemos sumergirnos en la narración.
El mundo distópico que se nos presenta consiste en un régimen totalitario empeñado en suprimir la individualidad. Por ello, los personajes no tienen un nombre propio, hablan de sí mismos en plural y son educados para someterse a un gobierno que encarna la voluntad infalible de la colectividad.
Además, la obsesión por la igualdad lleva a castigar a los alumnos destacados y a intentar prohibir las relaciones personales como la amistad y el amor porque estas implican valorar a ciertas personas por encima de otras.
Aparentemente, la vida en esta sociedad es feliz porque todos tienen sus necesidades cubiertas por cuenta del Estado, sirven a la colectividad mediante su trabajo y se tratan unos a otros como hermanos. Pero, en realidad, las personas viven con miedo. La esperanza de vida es corta y la ciencia está estancada.
En este contexto, el protagonista no se resigna a llevar una vida mediocre en el trabajo que le ha sido asignado. Estudia y hace experimentos en secreto. De este modo, realiza un descubrimiento científico importante. Pero, dado que su sociedad es hostil al nuevo conocimiento, huye para seguir llevando la vida que ha elegido.
La historia de su huida, y de su reencuentro con la mujer que ama, es un elogio de la individualidad. A través de ambos personajes, la autora nos muestra el proceso mediante el cual los seres humanos adquirimos consciencia de nuestra propia existencia y del funcionamiento del mundo en el que vivimos.
Además, a diferencia de otras novelas distópicas, Himno termina de una manera esperanzadora con la fundación de una nueva sociedad. Una novela compleja que aborda múltiples ángulos.
En el marco de la producción literaria de Ayn Rand, es una obra temprana que contiene los elementos básicos de la filosofía objetivista, aún sin el nivel de detalle de textos posteriores como El manantial o La rebelión de Atlas.
También, desde un punto de vista educativo, es recomendable para lectores jóvenes porque ayuda en la construcción del “yo”, refuerza la confianza en uno mismo y puede servir para comprender la situación de las personas talentosas que huyen de gobiernos opresivos.
Y tú, ¿conocías esta novela?
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