Giorgia Meloni ha ascendido a la cima de la lista de opositores más incómodos del socialismo y el progresismo en Europa. Esto ha llevado a toda la izquierda internacional, desde el PSOE hasta Trudeau, a renegar de la mandataria italiana.
Meloni llegó al poder de la mano del partido Fratelli d´Italia, en coalición con los otros 2 referentes de la derecha italiana: Matteo Salvini y el difunto Silvio Berlusconi
En un giro histórico, Italia tiene por primera vez a una mujer como jefa de Estado, siendo llamada fascista por la izquierda llorona porque además promueve el lema «Dios, Patria y Familia».
No es un secreto que Meloni y su partido adoptan una posición claramente pro-familia, provida y anti-LGBT, pro-familia y provida. ¡Uy que fascista!
Durante el mes de junio, conocido como el «mes del orgullo» por los partidarios del movimiento LGBT, en Italia nació el «Mes del Orgullo de la Familia». Evento que opacó la colorida exhibición del movimiento LGBT.
Además, Meloni ha llevado a cabo una de las reformas más sobresalientes de su gestión al eliminar el llamado «reditto di cittadinanza». Un subsidio mensual originalmente dirigido a personas de bajos ingresos y/o desempleados, que luego terminó siendo una figura abusada por gran parte de la población.
Una de las condiciones de este subsidio era que los beneficiados se inscribieran a un programa de empleabilidad, para que así pudieran encontrar trabajo sin depender del subsidio. Sin embargo, lamentablemente, solo 250 mil familias del millón de las beneficiarias se inscribieron al programa.
Habiendo gastado más de 31.500 millones de euros en este subsidio. Como se podrá evidenciar, la renta no obtuvo los resultados esperados desde que se oficializó este programa en el 2019. Aun cuando el ISTAT confirmó que se crearon 21 mil puestos laborales a finales de mayo y 120 mil en lo que va del año. Además de que se crearon incentivos fiscales para la contratación de jóvenes menores de 30 años que no estudian ni trabajan, vamos… los llamados “ninis”.
En otras palabras: se crearon trabajos y muchos los rechazaron para que el Estado les siguiera regalando dinero.
¿Qué hizo Meloni entonces?
Anunció que le retiraba el subsidio a todos aquellos que rechazaron empleos o no se inscribieron en los programas de empleabilidad.
¡Y todo esto mediante un mensaje de texto!
Y ahora todos los socialistas italianos, que adoran que les regalen el dinero, lloran porque tendrán que trabajar.
Otra de las medidas destacadas de Meloni, fue impulsar la firma de un memorándum entre la Unión Europea y Túnez, con el objetivo de reducir la migración hacia Italia a través del Mediterráneo.
La UE tiene una política de dar carta abierta a todos los inmigrantes de África y del Oriente Medio que perjudica a muchos europeos. Y uno de los países que más debe recibir inmigrantes, por su ubicación geográfica, ¡es Italia!; lo que crea muchos conflictos sociales que la izquierda, durante tantos años de gobierno, fue incapaz de manejar.
Con este memorándum se buscará reducir el ingreso de tunecinos por la costa italiana con el fin de combatir la crisis migratoria.
Por lo que podemos decir que Italia y Meloni les están dando catedra a todos los socialistas, demostrando que regalar dinero solo empobrece y que en realidad no ayuda a nadie. Y que el fin de un gobernante es velar por sus propios ciudadanos.
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Periodista de ILAD Media
