Extraído de Arena Política. Paraguay nuevamente le da la espalda a la izquierda latinoamericana. La victoria de Santiago Peña, líder del partido colorado, sobre Efraín Alegre, del bloque opositor Concertación Nacional, mantiene al país guaraní como el histórico bastión de derecha en Latinoamérica.
A pesar de que Paraguay a lo largo de los años siempre ha tirado más a la derecha, la izquierda no se ha mantenido al margen de su historia política. De hecho, desde 2008 la llegada al poder de Fernando Lugo ha jugado un papel importantísimo en el ambiente político del País.
El gobierno de Lugo hizo todo lo que le gusta hacer a la izquierda, como reformas agrarias, intentar estatizar empresas de servicios, control del tipo de cambio, pensiones, subvenciones y demás. Esto consiguió que, al final de su mandato, el crecimiento económico en el país se ralentizara y pasara a ser superado por países como Ecuador, Brasil y nuestro Perú.
Esta triste historia acabó con la destitución de Lugo por una mala gestión de crisis en 2012, destitución que, por cierto, también intentó ser deslegitimada por el argumento popular de la izquierda latinoamericana: “Recibió un golpe parlamentario”.
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A partir de entonces, y a pesar de su falta de cohesión, la izquierda ha estado más presente que nuca en la política paraguaya. Pasó por reformas agrarias y la toma de la presidencia de Itaipú Binacional, una de las mayores hidroeléctricas del mundo que comparten Paraguay y Brasil; hasta contribuir a la polarización que hoy aqueja a Paraguay en la que, en reiteradas ocasiones, políticos como Efraín Alegre y, otra vez, Fernando Lugo azuzaron a su población a tomar las calles y oponerse al gobierno del actual presidente Mario Abdo. Curiosamente similar a lo que hicieron nuestros políticos de izquierda con las protestas en Perú.
Paraguay es un bastión derechista gracias a su historia política y económica donde el Partido Colorado, fundado en 1887 y caracterizado por su ideología liberalista, nacionalista y conservadora, se ha mantenido como el dominante en gran parte del siglo XX.
A lo largo de los años, la gestión del Partido Colorado ha sido aplaudida por conseguir un crecimiento económico casi constante, fomentar la inversión extranjera y abrir a Paraguay hacia el mercado internacional. Pero, como en todo país latinoamericano, no podía faltar la problemática de corrupción que en los últimos años ha empujado a la sociedad paraguaya a coquetear con la izquierda. Casos de corrupción que hasta podrían involucrar a Mario Abdo.
A pesar de que Peña recibe un país con un crecimiento sostenido y que incluso se proyecta como el segundo país de Sudamérica que más crecerá en 2023 con un 4.2%, Paraguay enfrenta grandes desafíos en cuanto a infraestructura, desigualdad y pobreza.
Si bien en cuanto a pobreza, en los últimos años se ha logrado bajar el alto índice que paradójicamente dejó el socialista Lugo de 31 a 24% en 2022 aún queda una importante problemática a la cual hacer frente.
Situación nacional
Mientras que en Paraguay se preocupan por un índice de pobreza del 24% en Perú, según advirtió en enero el director de investigación del Instituto de Investigación para el Desarrollo, Jorge Herrera, se espera un incremento en el índice de pobreza hasta el 30% producto de la inflación, las manifestaciones y el bloqueo de vías que han golpeado a sectores económicos muy importantes de nuestro país.
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Periodista de ILAD Media.