El Congreso Nacional de Agrupaciones Conservadoras del Perú (CONACOP) se constituyó como un foro de análisis para abordar las problemáticas que afectan el devenir social y la gestión pública en el Perú. Al año actual, 2025, nuestro país enfrenta temas como el incremento de la delincuencia, la crisis en la administración estatal y la sátira progresista, por ende, era menester dialogar sobre dichos temas con una visión diferente, una visión realmente conservadora que valora la tradición y su historia.
El congreso surgió en respuesta a la crisis de valores tradicionales evidenciada en la realidad peruana, donde el populismo de izquierda y las nuevas tendencias globalistas han debilitado los cimientos tradicionales, como la familia, la vida y el libre mercado. Los organizadores del evento subrayaron la necesidad de reafirmar principios cristianos, el amor a la patria y la importancia de una gestión pública eficiente a cargo de los virtuosos, no necesariamente grande, frente a las demandas justificadas que hace la población peruana. La intención era movilizar a sectores conservadores y jóvenes comprometidos, demostrando que la crítica no debe limitarse a la confrontación, sino orientarse hacia propuestas de acción social.
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Uno de los puntos centrales del encuentro fue la crítica de Jóvenes Patriotas a ciertos “intelectuales” , quienes fueron señalados por limitarse a teorizar sin comprometerse con el trabajo de campo. Desde Essentia PUCP se destacó que la universidad debe transformarse en un espacio de debate crítico, donde la diversidad de perspectivas permita enriquecer el conocimiento académico y fomentar la investigación de calidad. Además, se enfatizó en abrir la academia al diálogo plural y crítico, evitando que el dogmatismo o la censura impidan la construcción de argumentos basados en la evidencia y el análisis riguroso, fortaleciendo así el derecho a la libertad de expresión.
El foro también enfatizó la importancia del voluntariado y la gestión de proyectos comunitarios como motores de cambio social. Por ejemplo, la fundación Hacia un Cambio Social (HUCS) abordó el concepto sobre la falta de solidaridad, que es uno de los mayores desafíos para la igualdad, subrayando que el compromiso con el prójimo debe ser un pilar fundamental en cualquier iniciativa de transformación, un expositor mencionó que la falta de amor al prójimo, es tal vez el pecado más grande. En este sentido, se propuso que los sectores políticos más conservadores no se limiten a criticar, sino que se involucren activamente en la creación de soluciones que impacten pragmáticamente a la sociedad, fortaleciendo así el tejido social y negándonos a ser “intelectuales de escritorio”.
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Asimismo, Una Voz Diferente (UVD) abordó la cuestión de cómo el cristianismo se enfrenta a un contexto dominado por el cientificismo y las corrientes progresistas. Se argumentó que, si bien la inclusión y la diversidad son valores imprescindibles, es menester garantizar que las tradiciones y valores históricos no sean echados por menos. La expositora mostró referencias a situaciones muy actuales, como los incidentes en eventos internacionales, que evidencian la polarización en torno a cuestiones culturales anticristianas. Esta “batalla espiritual” se presentó no solo como un choque de ideas, sino como un llamado a respetar la libertad de expresión y la autonomía religiosa que es fundamental para el crecimiento espiritual y personal de cada ciudadano.
En suma, el CONACOP se configuró como una plataforma para revalorizar principios inquebrantables, y también un espacio donde se ofrecieron alternativas concretas para nuestro país. Aquí vale la pena decir que al combinar un debate crítico en el ámbito académico con iniciativas de acción directa, los participantes demostraron que la construcción de un proyecto social sólido necesita tanto de argumentos basados en la evidencia como de un compromiso activo con la transformación del país, el uno es dependiente del otro. Este enfoque, que integra patriotismo, compromiso ético y rigor científico, se presenta como una vía alcanzable para contrarrestar las deficiencias en la gestión pública y avanzar hacia un Perú más cohesionado y próspero, el Perú que todos soñamos.

Estudiante de administración y miembro de Jóvenes Patriotas