Política

La amenaza del Estado chino sobre el Perú

Empresa china Southern Power Grid tras la compra de Enel.

Extraído de ILAD Opina. Quiero contarles hoy del peligro que resulta de la posible compra de Enel, lo que concentraría la electricidad de Lima en manos del partido comunista chino. Recordemos que en 2020 ya se concretó una venta de Luz del Sur a una empresa china, y con esta venta, básicamente el Estado chino pasaría a controlar el 100% de la generación de energía eléctrica en Lima.

Desde la óptica liberal, nos oponemos rotundamente a esto por varios motivos. Primero, porque concentraría el poder en un solo actor de un recurso estratégico. Además, no estamos hablando de cualquier negocio, sino de un recurso estratégico para Lima, que simboliza un tercio del país y más de 10 millones de personas. Desde mi óptica, esto no debería permitirse. Hacemos un llamado e invocación a Indecopi para que no autorice esta transacción.

Más concretamente sobre la transacción en sí, se trata de la empresa china Southern Power Grid, que está interesada en adquirir el 83.15% del capital de Enel Distribución Perú y el 100% de las acciones de Enel X Perú SAC. De esta manera, el partido comunista chino controlaría la totalidad de la generación de energía eléctrica en Lima. Con esto podrían manipular los precios a su antojo, no habría competencia, y esa es la óptica que nosotros, como liberales, defendemos.

Quiero hacer también un comentario igualmente importante. Creo que el Perú no debería tener relaciones diplomáticas, ni mucho menos comerciales de este tipo con cualquier régimen comunista, que no sea un Estado democrático y que viola abiertamente los derechos humanos, como es el caso de la República Popular China. Esto ha sido fomentado por varios gobiernos, desde Pedro Pablo Kuczynski hasta Martín Vizcarra, que activamente buscaban inversión china.

Sin embargo, esto ha sido exacerbado y potenciado por Martín Vizcarra, quien en licitaciones actuó intencionalmente a favor de las empresas chinas para descalificar a los actores locales y darles un paso mucho más directo hacia la adjudicación de obras públicas del Estado peruano a las empresas chinas.

Además, el partido comunista chino ya tiene presencia en el Perú a través de las vacunas y una injerencia absoluta en la compra de las vacunas en el gobierno de Martín Vizcarra contra el COVID-19. También tienen el puerto de Chancay, una obra de varios miles de millones de dólares que cambiará todo el panorama geopolítico de nuestra región y el control del Pacífico Sur.

Los Estados Unidos han estado durmiendo en esto, pero ahora están muy pendientes. Controlan MMG, Las Bambas en la minería y ahora la generación de energía eléctrica en Lima con la compra de Luz del Sur, y ahora con la potencial compra de Enel. Esto no se puede permitir. Esto tiene todo el tufo de concertación, y no estamos hablando de un estado cualquiera, estamos hablando de un Estado cualquiera, sino de un estado básicamente enemigo de Occidente, de los valores democráticos y de apertura de mercado que defendemos.

Quiero terminar diciendo que los estados grandes no funcionan. La economía planificada y la concentración del poder en manos de un solo actor, como sería el partido comunista chino controlando la generación de energía eléctrica en Lima, va en contra de los principios de liberalismo económico y democracia. Es importante que Indecopi, como entidad reguladora, no autorice esta transacción y que se protejan los intereses del Perú y de su población. Además, es fundamental que el país no establezca relaciones comerciales con regímenes totalitarios y violadores de derechos humanos como el de la República Popular China.

Es alarmante la creciente presencia e influencia del partido comunista chino en Perú, a través de diversas inversiones y proyectos de gran envergadura. Esto puede tener consecuencias negativas en términos de soberanía, seguridad y economía del país. Es necesario defender los principios democráticos, promover la transparencia en las transacciones comerciales y garantizar la diversificación de actores en sectores estratégicos como la generación de energía eléctrica.

En resumen, la posible compra de Enel por parte de una empresa china y la consecuente concentración del control de la generación de energía eléctrica en Lima en manos del partido comunista chino es una situación preocupante desde la perspectiva de los principios liberales, la democracia y la protección de los intereses del Perú y su población. Se hace un llamado a Indecopi y a las autoridades competentes a tomar decisiones que salvaguarden la soberanía y seguridad del país, evitando la consolidación de un monopolio en un recurso estratégico como la energía eléctrica.

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