La premisa principal de la izquierda moderna es que el mercado es injusto porque este premia la codicia y el egoísmo. Incluso hay miembros de la izquierda que llegan al punto de establecer que la meritocracia está muerta en las sociedades modernas.
¿Es cierto entonces que el mercado capitalista sea intrínsecamente injusto? ¿Por qué algunas personas son exitosas en el capitalismo y otras sucumben por completo?
Es necesario entender que el punto de partida del capitalismo es que los agentes del mercado intercambian bienes y servicios basándose en sus necesidades de manera libre y voluntaria.
Esto significa que el éxito en el capitalismo se basa en la utilidad que los agentes del mercado le dan a cierto producto o servicio al momento de consumirlo. De esta manera, un bien altamente consumido o deseado tendrá un valor alto, mientras que un bien que nadie quiere tendrá muy poco valor, lo que le da un componente claro democrático.
En otros sistemas, la meritocracia es definida a dedo, por una elite o un comité de expertos, sin embargo, en el capitalismo la meritocracia es espontánea, el valor es asignado por las decisiones simultáneas y no coordinadas de millones de personas, quienes de manera voluntaria deciden cómo gastan su dinero.
No importa si para una persona un objeto es invaluable, lo que importa es el valor que la mayoría de la sociedad le otorga de manera espontánea a este objeto. Esta regla se aplica para todos, incluso a las empresas más grandes y poderosas.
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Por ejemplo, en el año 85 la empresa Coca Cola paralizó al mundo entero cuando retiró del mercado a su producto estrella, remplazándolo por un nuevo producto que se llamaba New Coke. Se gastaron millones en una de las campañas publicitarias más grandes de la historia.
Sin embargo, a nadie le gusto el nuevo sabor. Poco importó el gran prestigio de la compañía ni el hecho de que esta tengo toda la plata del mundo, este producto fue un completo fracaso y al poco tiempo se tuvo que regresar a la Coca Cola original de siempre. Esto ocurrió porque en el capitalismo el éxito solo está garantizado basándose en la preferencia de los consumidores.
Entonces, la clave central del éxito en el capitalismo se basa en satisfacer los deseos del prójimo.
Como bien afirma Adam Smith, el carnicero ofrece un buen servicio a sus vecinos no necesariamente porque los conozca y les caiga bien, sino porque al hacerlo se asegura que sus vecinos regresen constantemente y así pueda mantener a flote su negocio. De esta manera, el capitalismo sirve como un factor de pacificación social, que une permanentemente a las personas.
Justamente este sistema es el que ha logrado que millones de personas puedan salir de la pobreza en la humanidad y lograr una mejor calidad de vida, con índices nunca vistos en toda la historia de expectativa de vida, reducción de la pobreza, acceso a educación, salud, entre otros.
La izquierda reconoce perfectamente que el sistema capitalista está hecho para maximizar la generación de riqueza y satisfacer los intereses del prójimo, pero para ellos la producción de la riqueza es en sí misma inmoral, dado que preferían que la humanidad exista en un estado de miseria donde todos seamos igualmente pobres.
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Abogado