El presidente francés, Emmanuel Macron, llamó a “unir fuerzas” en la segunda vuelta de las elecciones legislativas contra el partido de derecha Agrupación Nacional, ganador de la primera votación.
Macron, quien se decía moderado y “de centro”, no tuvo reparos en pactar con el Nuevo Frente Popular, conformado por el Partido Comunista, el Partido Socialista y los ecologistas.
Francia en caída libre
El 33% de franceses, según los resultados de la primera vuelta legislativa, veían en las políticas de derecha la solución a la crisis económica y la inseguridad ciudadana.
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No obstante, gracias a este pacto político impulsado por el “centro”, la mayoría del parlamento abogará por la inmigración desenfrenada, la islamización de Francia, para aumentar el gasto público y agrandar el ya gigantesco aparato estatal.
El sistema electoral francés
El sistema electoral francés le dio la espalda a la voluntad popular. De acuerdo a los datos oficiales del Ministerio del Interior, la coalición de socialistas, comunistas y verdes no obtuvo mayor número de votos.
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El escrutinio coloca a Agrupación Nacional (RN), el partido de derecha de Marine Le Pen, en la cima con casi 9 millones de votos. Esto, lamentablemente, se tradujo tan solo en 88 escaños, mientras que la coalición de izquierda, Nuevo Frente Popular (NFP), obtuvo 146 escaños con apenas 7 millones de votos.
Lo celebran los radicales
Socialistas del siglo XXI y neomarxistas latinoamericanos, como Gustavo Petro y Lula da Silva han expresado su felicidad por la “unión” de las fuerzas políticas frente a la creciente popularidad de la derecha.
Desde España, el presidente socialista, Pedro Sánchez, y el separatista acusado de rebelión y sedición, Carles Puigdemont, celebraron los resultados.