Empezó junio, el mes de los “oprimidos” que nos restregarán por todo lo alto sus preferencias sexuales. ¿Para qué? Nadie entiende, pues pareciera que al famoso colectivo LGTB le importa cada vez menos la igualdad ante la ley y, cada año, se esfuerzan para generar más división en la sociedad.
La experiencia internacional nos enseña que esta agenda, que inicia con la exigencia del “matrimonio” igualitario, finalmente deriva en el declive moral, la relativización del sexo biológico, la mutilacion genital, la inserción del fracasado concepto de “género” en la curricula escolar y la imposición de una dictadura de pensamiento que solo alimenta los egos de políticos y activistas de la nueva izquierda radical.
Si realmente les importara resolver los problemas de las personas homosexuales, ¿no sería lógico movilizarse para enmendar el marco jurídico que regula las herencias en nuestro país? Esto, por poner solo un ejemplo que ayudaría a aquellas parejas del mismo sexo a envejecer con tranquilidad.
Otra pregunta que me hago es: ¿por qué Susel Paredes y colectivos que dicen velar por los LGTB rechazaron tajantemente el proyecto de Unión Civil del congresista Alejandro Cavero? ¿Es porque fue propuesto por un parlamentario liberal de la derecha o porque no deformaba, como ellos querían, los conceptos de familia y matrimonio?
Sea cual sea el caso, esta es otra demostración fehaciente del egoísmo del lobby LGTB. Queda claro que, así como las feministas, solo defienden los derechos de quienes piensan como ellos y no de todos aquellos que dicen representar.
No debemos pecar de inocentes y confundir la lucha de la igualdad ante la ley de todos los peruanos con la adhesión a una agenda globalista que busca destruir los valores de occidente y redefinir nuestras sociedades.
Directora ejecutiva de ILAD Media