Probablemente no exista ni un solo peruano que no haya escuchado la canción ‘Contigo Perú’ que popularizaron las voces de Arturo “Zambo” Cavero y Óscar Avilés, la cual fácilmente podría ser considerada un himno en el Perú. Pero, si escuchamos detenidamente un fragmento de esta, donde menciona el “centro” y la relacionamos con nuestra política, surge la interrogante: ¿Es realmente el centro una ideología?
En lo personal, discrepo totalmente con esta idea que solo es tomada como una fachada para los partidos políticos que buscan alcanzar una mayor aceptación de una juventud confundida. Así, ocultan sus ideales socialistas a través de una cortina de humo multicolor, haciendo que, en el Perú, la incertidumbre prime constantemente.
Hoy en día, se han evidenciado innumerables casos de partidos políticos presentados con ideología de centro que, al momento de contar con una situación de poder, desconocen lo que en un principio defendían, haciendo notoria su inclinación en la balanza. Sin ir muy lejos, los principales partidos peruanos que se atribuyen el título de “centro” son Alianza para el Progreso y el Partido Morado.
Con respecto al partido de César Acuña, este dejó de lado su centralismo cuando el propio líder apoyó al expresidente Castillo y a su partido de izquierda radical, Perú Libre, en un intento por sustituir la Constitución de 1993, con el objetivo de entrometerse a mayor escala en la administración del gobierno.
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Igualmente, el Partido Morado se presenta como una ideología de centro que busca defender y dar a conocer la voz del pueblo, especialmente el de la juventud. Pero, es sorpresivo notar que este partido, siendo uno de los menos votados y, por ende, con menor presencia en el Congreso, haya buscado, a través de un supuesto proyecto apartidario denominado “La Propuesta Ciudadana”, adelantar las elecciones presidenciales en el 2022.
En ese sentido, si uno actúa con base en sus principios, ¿por qué no dejar claro cuáles son estos desde un inicio?, ¿es acaso que temen ser rechazados por la sociedad? ¿Y por ello, optan por utilizar una careta que atraiga a una multitud de confundidos para de este modo inculcar un pensamiento erróneo y distante a la realidad?
Lo único que provocan este tipo de partidos es controversia y probablemente temor, pero si uno conoce la realidad de una agrupación política desde su inscripción, no se sorprenderá de ser embaucado por una organización que no tuvo la voluntad de desarrollarse con honestidad y en defensa de los intereses de su población.
Relacionando la frase, “no se puede juzgar un libro por su portada”, al tema en discusión, nos permite comprender que no es recomendable confiar únicamente en la descripción de un partido político, sino también indagar en su historia, en el contenido de sus planes de acción y en cómo desenvuelve sus funciones a partir de sus intereses dentro del Estado. De este modo, gran parte de la ciudadanía, que anteriormente simpatizaba con estos partidos de “centro”, podrá conocer realmente al receptor de su voto y reflexionar si esto es lo correcto o buscar un cambio a partir de la transparencia ideológica, ya que somos testigos de que el centro, históricamente, siempre se inclina a un extremo.
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Estudiante de relaciones internacionales