Política

Ministerios para todos | Opinión

El ministerio que tiene en jaque a la minería en el Perú no es el de Minería y Energía, sino el Ministerio del Ambiente, el cual este año tiene un presupuesto de poco más de 350 millones de soles.  Y muchos se olvidan que esta cartera viene de apenas el 2008.  En el segundo gobierno del partido aprista se vio necesario este incremento en burocracia, porque se suponía que con un ministerio dedicado al medio ambiente se solucionaría el problema de la protección del medio ambiente.  Y por supuestísimo que desde entonces a ahora ya no tenemos contaminación, tenemos regulación ambiental que satisface a todos y somos una potencia mundial del turismo ecológico.  Ya saben, todo lo que nos ofrecieron cuando la crearon.

¿Y se acuerdan cuando creamos el Ministerio de Cultura y con eso solucionamos todos nuestros problemas de promoción de cultura nacional y de gestión de la interculturalidad? Menos mal que en el 2010 creamos este tremendo aparato que para el presente año cuenta con un presupuesto de poco menos de 30 millones de soles.  Con esto la consulta previa funciona a la perfección, ya no hay reclamos de poblaciones indígenas con respecto a decisiones que se tomaban sin preguntarles su opinión.  Ni qué decir de nuestras industrias culturales que ahora son super potencial mundial.  Ya saben, todo lo que nos prometieron cuando crearon esta cartera.

No podemos dejar de mencionar, por supuesto, ese otro maravilloso ministerio que se creó en 2011, el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social.  Esta cartera tiene para el 2023 un presupuesto de 80 millones de soles clavados y bien que los tiene merecidos, después de haber eliminado la desigualdad, haber inyectado eficiencia y eficacia a todos los programas sociales, haber creado la malla total de todos los pobres del Perú.  Esta cartera, que fue una promesa electoral del presidente Ollanta Humala, cuenta con un viceministerio de políticas y evaluación social, que por supuestísimo que publica sus evaluaciones para que todos sepamos cómo va el uso de nuestro dinero en la lucha contra la inequidad y la pobreza.

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Y es que, tal como nos han hecho creer los que viven de la creación de estas carteras, los problemas se solucionan con la llegada de un ministerio.  Así, por ejemplo, la educación en el Perú es de primera y sin problema alguno relacionado, porque tiene su Ministerio de Educación.  Y si tiene su ministerio es que ya se solucionaron todos los problemas de ese sector.  La meritocracia está bien resguardada entre los docentes públicos y si en algún momento algún congresista desubicado sugiere contratar a docentes que no pasaron las evaluaciones, el Ministerio de Educación será el primero en pararse en pie de lucha para no permitirlo.  Todo él, porque para eso lo mantenemos.  Y si un presidente que dice ser maestro manda reincorporar al cuerpo docente a profesores que ya sabemos que son malos porque ya jalaron las evaluaciones más de una vez, por supuestísimo que el Ministerio de Educación no lo permitirá. ¿No es cierto?

Este ministerio en particular le costó al país entero S/ 12,100 millones de soles.  Es decir, un presupuesto varias veces mayor al del ambiente y al de cultura combinados.  Pero lo pagamos con gusto, porque salimos en los primeros puestos de los ránkings internacionales de matemáticas y comunicaciones.  Y nuestros jóvenes no creen embustes que solo un pueblo ignorante por diseño podría creer, como que un presidente que quiso dar un golpe de Estado televisado en vivo es la víctima.

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