Extraído de SFL Opinión. En la actualidad, la batalla cultural es un concepto al cual la derecha política le está prestando cada vez mayor atención. Se refiere a la lucha entre diferentes ideologías, valores y formas de vida que buscan influir y hasta determinar el rumbo de una sociedad. Esta lucha se hace a través de la cultura, con el arte, medios de comunicación, educación y religión, entre otros.
Los grupos y movimientos de izquierda son conscientes del poder de la cultura desde mucho antes. La usan para difundir su visión del mundo y su forma de vida como la correcta, la aceptable y la que se debe seguir. Limitando al mismo tiempo las posiciones contrarias.
Frente a eso, hace falta que toda la derecha política se dé cuenta que las cifras económicas no son suficientes, es necesario entrar en el campo de las narrativas y los contenidos culturales. Se trata de una lucha de poder y por el poder, que se presenta en conferencias, debates, marchas, y a veces incluso en enfrentamientos violentos.
En este enfrentamiento los temas más recurrentes son el género, el lenguaje, la religión, el medio ambiente y la justicia social. Por ejemplo, respecto al lenguaje, existen dos posiciones: hay quienes piensan que el lenguaje debe ser cambiado porque puede violentar simbólicamente a la mujer, y proponen un lenguaje inclusivo; mientras que, por otro lado, se entiende que el lenguaje lo único que busca es posibilitar la comunicación entre las personas, y que no pretende excluir a ningún grupo social.
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La batalla cultural también se presenta en la forma en que se difunden los valores y las ideas a través de la cultura. Los medios de comunicación, por ejemplo, son una herramienta importante en esa tarea. Los programas de televisión, las películas y las redes sociales pueden influir en la forma en que las personas ven el mundo y qué piensan sobre ciertos temas.
Así, quienes tienen más control sobre los medios de comunicación son capaces de orientar la opinión pública. Además, esta lucha también se lleva a cabo en la educación. Las instituciones educativas son lugares donde se transmiten valores y conocimientos a las nuevas generaciones.
La forma en que se enseña la historia, la literatura y la ciencia puede influir en la forma como los jóvenes ven el mundo. En otras palabras, quienes tienen mayor presencia en la educación tienen más poder para moldear la forma en que las personas piensan y actúan. Esta lucha por la cultura está presente en todo momento, así que es necesario tomar conciencia, ser críticos con cualquier discurso o contenido cultural que se nos pone en frente. Y aún más importante es tener una posición dentro de esta disputa.
Después de todo, la cultura afecta la política y esta afecta la vida de todos.
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Estudiante de ciencia política.
