El pasado miércoles asesinaron al candidato presidencial de Ecuador, Fernando Villavicencio, saliendo de un mitin político en Quito, la capital ecuatoriana. Hasta ahora, el atentado se ha adjudicado al sicariato; sin embargo, existen sospechas de que el Cártel de Sinaloa de México o la banda criminal los Lobos, quienes en un video se han atribuido la autoria del homicidio del candidato, sean los responsables.
Villavicencio había advertido el 1 de agosto amenazas en su contra, por parte de otro grupo criminal, que serían los Choneros. Días antes del crimen dijo que no necesitaba un chaleco antibalas para protegerse de la violencia.
Este acontecimiento ha generado una gran conmoción en Ecuador, y por el momento son 6 los detenidos que estarían implicados en el homicidio de Villavicencio, quien falleció después de recibir tres disparos en la cabeza.
Hay, por ahora, muchas especulaciones al respecto. Lo que sí se sabe es que fue uno de los grandes opositores del correísmo, además de uno de los mayores denunciantes del narcotráfico. Por lo que podemos afirmar, que muchos no lo querían…
Una situación más que preocupante para la democracia ecuatoriana. La muerte de un político en la actual situación del país no es novedad, lamentablemente. En julio de este año el candidato a la Asamblea, Rider Sánchez, perdió la vida a manos de la violencia en Esmeralda. No mucho después falleció Agustín Intriago, alcalde de la ciudad de Manta, también a manos del sicariato. Y ayer, la candidata asambleísta Estefany Puente se salvó de otro ataque armado en las calles de Quevedo, después de que su vehículo fuera interceptado y baleado por dos motociclistas.
Todo proveniente de una ola de violencia y criminalidad que viene atravesando Ecuador en los últimos años, caracterizada por altos índices de delincuencia, motines en las cárceles, y narcotráfico. Ahora el actual presidente, Guillermo Lasso, ha decretado 60 días de Estado de Excepción. Mientras el panorama político queda en la incertidumbre.
Luisa Gonzales, la candidata del movimiento Revolución Ciudadana, se sigue manteniendo en el primer puesto en las encuestas. La postulante que se cataloga abiertamente de izquierda, progresista y feminista, que lucha también por la justicia social, tiene estrechos vínculos con el expresidente ecuatoriano Rafael Correa, quien se encuentra asilado actualmente en Bélgica, tras ser condenado por corrupción hace unos años. Y aún así, Luiza Gonzales si considera a Correa como una persona prudente para ser su asesor político.
Además, la candidata considera a Nicolás Maduro como un presidente elegido democráticamente. En otras palabras, para Gonzales lo que se vive en Venezuela no es una dictadura.
Por otro lado, está el candidato indigenista Yaku Pérez, quien quedó en tercer lugar en las elecciones del 2021, ahora está otra vez entre los primeros puestos de las encuestas, gracias al apoyo de una coalición de partidos progresistas incluyendo al maoísta Unidad Popular, a los socialdemócratas de Democracia Sí Somos Agua y el Partido Socialista. Además ya era conocido porque fue un gran opositor de la minería.
Otto Sonnenholzner, el vicepresidente de Lenin Moreno, el traidor para los correistas, también está entre los primeros puestos en las encuestas. Si bien se considera al margen de las encuestas, el empresario para muchos está ubicado a la centro derecha, haciendo un gran énfasis en combatir contra la inseguridad y la violencia que se vive actualmente en Ecuador. Además de buscar reactivar la economía e incentivar el crecimiento económico mediante la inversión pública.
Esta es la situación que se vive actualmente en Ecuador y estos son los principales candidatos, tras el deceso de Villavicencio. Quien gane deberá enfrentar a la delincuencia, los narcos y la violencia de forma más que contundente.
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Periodista de ILAD Media