Últimamente, España ha sido el foco de atención de todos los medios internacionales, y esto surge a partir de los comicios generales del pasado 23 de julio, donde el Partido Popular (PP) de Alberto Feijóo consiguió un triunfo indiscutible pero incierto para la gobernanza del país. Además, se determinó la cantidad de representantes al Congreso de los Diputados, donde las tres fuerzas políticas con mayor presencia son el Partido Popular (PP) con 137 escaños, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) con 121 representantes y, por último, Vox con 33 delegados.
En España, para formar un Gobierno se debe contar con la mayoría absoluta del Congreso, debiendo alcanzar la cifra de 176 diputados en el debate de investidura. En este caso, en particular, Feijóo ya ha pactado alianzas con Vox, Coalición Canaria y la Unión del Pueblo Navarro (UPN) sumando un total de 172. Inclusive, S.M. el Rey Felipe VI, durante la ronda de consultas, como lo dictamina la Constitución española, propuso como candidato a la investidura al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, quien mostró su disposición y solicitó a la presidente del Congreso, Francina Armengol, una extensión de tiempo para formar alianzas con más partidos. En consecuencia, Armengol aceptó el pedido y dictaminó que el debate de investidura se celebrará el próximo 26 y 27 de septiembre.
Sin embargo, la derecha no tiene nada asegurado, puesto que las agrupaciones políticas restantes con las que podría conseguir la investidura son de carácter independentista, siendo prácticamente imposible conseguir un acuerdo. No obstante, la izquierda de Pedro Sánchez y, su partido, el PSOE tampoco tienen el triunfo asegurado, alcanzando hasta el momento 153 votos gracias a su alianza con el Partido Sumar; con relación a las agrupaciones independentistas, estas tendrían una mayor inclinación por Sánchez, pero continuarían dependiendo de otros partidos como EH Bildu que mantuvo lazos con la organización terrorista ETA o con la agrupación Junts liderada por Carles Puigdemont, un prófugo de la justicia española en 2017. Es así, que el PSOE podría traer consigo mayor controversia e inestabilidad en España, como lo ha estado haciendo desde la toma de poder de Sánchez en 2018.
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En ese contexto, durante la 1.ª sesión de debate, ninguna de las partes conseguirá la mayoría absoluta, habiendo la necesidad de celebrar una segunda votación 48 horas después, con la diferencia de que esta sería con el formato de mayoría simple, donde la derecha española tendría la última oportunidad de hacerse con la presidencia.
A partir de ello, surgen diversas interrogantes: ¿Qué sigue para España? ¿Qué ocurre si Feijóo no consigue los votos necesarios en ambas sesiones? ¿Qué acciones tomará el Rey Felipe VI?
En ese posible escenario, Felipe VI llamaría nuevamente a una ronda de consultas donde nominaría a Sánchez para el cargo a la presidencia. En respuesta a la designación del Rey, Francina Armengol deberá convocar un nuevo debate de investidura. Y, en el hipotético caso de que el PSOE tampoco alcance los votos necesarios en ambas sesiones, España tendría que llamar nuevamente a la ciudadanía a las urnas para unas nuevas elecciones el 14 de enero.
En conclusión, la situación en España está lejos de la normalidad, hasta al momento no hay nada seguro para ninguna de las partes involucradas, las cuales deberán tomar precaución de los acuerdos y promesas que hagan al resto de partidos, puesto que esto también podría significar una derrota a largo plazo.
¡Es momento de que España haga un cambio, y Sánchez no es una opción!
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Estudiante de relaciones internacionales