Extraído de ILAD Opina. Mucho cuidado con el reciente fallo del Poder Judicial de Cusco. El progresismo avanza y avanza. Este nuevo peldaño que ha escalado en nuestro país, ha permitido que el Sexto Juzgado Civil de la Corte de Cusco ordene que, tanto el municipio del distrito cusqueño de Santiago, como el Reniec, modifiquen el acta de nacimiento como el DNI de una mujer de 28 años que dice sentirse hombre. Se borra la historia, que fue validada por el Estado peruano, pero ahora se pretende reescribir con este fallo.
El magistrado Luis López Trelles resolvió en base al derecho a la identidad sexual de la demandante, citando por puesto en su sentencia tanto a la Convención Americana como a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, porque existe jurisprudencia en los fallos de la corte que ayudan a sustentar fallos como este.
Para la gente que dice bueno, a ustedes que les molesta tanto que pregonan la libertad, ¿qué daño les hace?, debemos tener muy claro lo siguiente:
Punto uno: la libertad va de la mano con una responsabilidad. No existe libertad sin responsabilidad y cada uno es libre de creerse lo que quiere. En el momento que uno trae a la fuerza coercitiva del Estado, para que fuerce a los demás a participar de su delirio, ahí tenemos un problema. Eso no es liberalismo, eso no es libertad, eso ya es una orden, es una imposición.
Punto dos: la puerta que abre esto para eventuales casos de diversa índole, es muy peligrosa porque el Poder Judicial está plagado de jueces ahora que están con ideología de género, a diestra y siniestra, están absolutamente ideologizados. Después de 20, 25, 30 años de transversalmente, todo el Estado participarà de capacitaciones, de charlas, intervenciones de ONG en materia de enfoque de género.
Estamos ya padeciendo las consecuencias de que un juez llegue a sentenciar en base a la autopercepción sin ninguna realidad objetiva del demandante, en este caso, la demandante que ahora quiere que se le diga él demandante.
Si vamos a validar mediante los fallos judiciales las emociones, prescindiendo de la realidad objetiva, entonces estamos en un nuevo logro, en un nuevo ascenso de la dictadura de la autopercepción, que es el enfoque de género, la ideología de género que dice que yo soy aquello que yo me autopercibo y tengo todo el derecho de involucrar al resto en esta fantasía, en este delirio, bajo pena de multa y bajo pena de cárcel.
En algunos países ya hay casos en donde gente que se ha negado a ser partícipe del delirio de una persona que se ha cambiado de sexo, que es hombre y se percibe mujer, que tiene una edad y se percibe de otra, etcétera, ha recibido multas y han sido encarcelados. Esto puede pasar perfectamente, por ejemplo, que yo tenga 10 años, 20 o 30, sea un vago, no quiero trabajar y me auto percibo de 65 para empezar a cobrar pensiones.
También puede pasar que esto valide la pedofilia, porque uno puede ser un pedófilo de 55 años y decir que se auto percibe de 15 y comenzar a acostarse con niños. El juez tendría que validar esa autopercepción
¿Por qué tendríamos que parar netamente con la autopercepción de sexo masculino o femenino?, ¿Por qué parar ahí si están delirando tanto uno como el otro? Y estamos hablando acá de autopercepción y de un supuesto derecho a la identidad. Podemos hablar de que si, y esto ha pasado ya en Argentina, un hombre comete una violación a una mujer y después va a decir que se autopercibe mujer y va a pasar a ser encarcelado en la cárcel de féminas, en donde puede, como pasó en Córdoba, violentar y agredir a otras mujeres.
Muy aparte de esto, de estas consecuencias y de estas puertas que se pueden abrir, que son muy peligrosas para un país, todo esto va a distorsionar también la información. Hoy estamos hablando de un caso, pero yo no creo que vaya a pasar mucho tiempo antes de que la gente vaya a comenzar a exigir lo mismo en materia de sexo, o en materia de cualquier tipo de género.
Entonces, debemos tener muy claro también que no se puede legislar, no se pueden emitir fallos judiciales en base a los sentimientos de autopercepción de uno. Eso va a distorsionar los datos que recabamos como país en materia de censos. Si tenemos por decir 10 millones de hombres, después, no sé cuántos se van a pasar a hacer autopercibidos como mujeres.
¿Cuántas millones de mujeres pasarán a ser hombres? Tenemos los intergeneracionales, ya aquellos que se perciben de otra edad. Vamos a tener hombres de 60 que se perciben de 10.
Entonces, validar esto abre una caja de Pandora que no vamos a poder controlar luego y es parte de la insania progresista que siempre condeno y que debemos retalear, debemos confrontar para hacerle el pare. Es muy lamentable que esto ya esté absolutamente impregnado en nuestro sistema judicial.
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